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Vi a mi hija desvanecerse… y solo me quedó orar
Vi a mi hija desvanecerse… y solo me quedó orar. Esta es mi historia, o mejor dicho, la de Sofía. Tenía 8 años cuando la enfermedad llegó sin aviso. No sabíamos si iba a salir. Fueron días oscuros, llenos de miedo. Pero en medio de todo, la oración fue lo único que no se quebró. Nadie te prepara para ver a tu hija caer Todo empezó con fiebre y un cansancio raro. Pensé que era una gripe fuerte. Pero en una semana, Sofía no se podía levantar. Los estudios eran confusos. Los médicos empezaron a hablar en términos que no quería escuchar. Le fallaban los órganos. Su cuerpito dejaba de…