
Vi a mi hija desvanecerse… y solo me quedó orar
Vi a mi hija desvanecerse… y solo me quedó orar. Esta es mi historia, o mejor dicho, la de Sofía. Tenía 8 años cuando la enfermedad llegó sin aviso. No sabíamos si iba a salir. Fueron días oscuros, llenos de miedo. Pero en medio de todo, la oración fue lo único que no se quebró.

Nadie te prepara para ver a tu hija caer
Todo empezó con fiebre y un cansancio raro. Pensé que era una gripe fuerte. Pero en una semana, Sofía no se podía levantar. Los estudios eran confusos. Los médicos empezaron a hablar en términos que no quería escuchar. Le fallaban los órganos. Su cuerpito dejaba de responder.
La vi apagarse frente a mí. Y no podía hacer nada.
Me enojé con Dios, con todos
Al principio recé, sí, pero con rabia. ¿Por qué ella? ¿Por qué una nena? No tenía consuelo. No me salían palabras lindas. Solo bronca. A veces le gritaba a Dios en silencio. A veces solo lloraba. Pero igual oraba. Porque no sabía hacer otra cosa. Porque si no oraba, me quebraba del todo.
La oración no fue mágica… fue un sostén
Sofía empeoraba. Y yo seguía orando, como un acto de supervivencia. No por fe, sino por necesidad. Y en medio de todo, empecé a notar algo: no estaba sola. Gente que ni conocía empezó a orar por Sofía. Médicos que no eran creyentes se quedaban en silencio un rato antes de entrar a verla. Había algo que se movía, aunque todavía no era el milagro que esperaba.
La primera vez que sonrió otra vez
Pasaron semanas. Noches enteras sin dormir. Momentos donde pensé que todo se terminaba. Hasta que un día, sin explicación clara, Sofía abrió los ojos con más fuerza. Y sonrió. Esa sonrisa fue mi señal. No me importaban los partes médicos, ni los pronósticos: algo estaba cambiando.
Hoy Sofía está viva. Y yo también.
No sé cómo explicarlo. Médicamente fue un proceso lento, pero inesperado. Los médicos hablaban de «reacción positiva», de «resistencia». Yo solo sé que algo nos sostuvo. La oración no curó sola a Sofía. Pero me curó a mí del miedo, del odio, de la desesperanza. Y eso también es un milagro.
¿Vos también pasaste por algo así?
¿Oraste alguna vez desde el dolor más profundo? Me encantaría leer tu historia. A veces compartirla también es una forma de sanar.

https://www.facebook.com/orarhoyy
Si necesitás oración, podés dejarnos tu intención en la página de Contacto.

