Oración

¿De qué sirve orar si Dios ya lo sabe todo?

¿De qué sirve orar si Dios ya lo sabe todo? Esta pregunta aparece en muchas personas sinceras. Si Dios es omnisciente, ¿por qué nos invita a orar? ¿Tiene sentido insistir, pedir o agradecer algo que Él ya conoce? Aunque parezca una contradicción, orar va más allá de informar o convencer a Dios: es una relación.

orar

De qué sirve orar si Dios ya lo sabe todo?

¿De qué sirve orar si Dios ya lo sabe todo? Esta pregunta aparece en muchas personas sinceras. Si Dios es omnisciente, ¿por qué nos invita a orar? ¿Tiene sentido insistir, pedir o agradecer algo que Él ya conoce? Aunque parezca una contradicción, orar va más allá de informar o convencer a Dios: es una relación.


Orar no es solo pedir: es abrir el corazón

Muchas veces asociamos la oración con una lista de pedidos. Pero orar no es simplemente pedir algo, sino abrir el corazón. Es ese momento en que dejamos de hablar para los demás y empezamos a hablar desde el alma. No se trata de usar las palabras correctas, sino de ser sinceros. Dios no espera frases perfectas, sino una conexión auténtica. Cuando orás, estás reconociendo que no podés con todo solo, que necesitás luz, fuerza o simplemente compañía.


¿Por qué orar si Dios ya sabe todo?

Es cierto: Dios conoce nuestros pensamientos antes de que los expresemos. Pero eso no significa que la oración sea inútil. Dios no necesita que le informes lo que pasa, pero sí quiere escuchar tu voz. Como un padre que sabe lo que le pasa a su hijo, pero espera a que se lo cuente, así también Él valora el acto de confianza que implica orar. Esa conversación tiene más valor que la información que compartís: es un lazo que se fortalece.


Jesús también oraba, incluso conociendo su destino

Un detalle que a veces pasamos por alto es que Jesús mismo oraba. Y no una vez, sino constantemente. Él, que era uno con el Padre, se tomaba momentos para retirarse a orar. Incluso en el huerto de Getsemaní, sabiendo lo que venía, oró con angustia. Eso muestra que orar no es solo para pedir cosas o buscar respuestas: es también para sostenerse, para permanecer en comunión, para atravesar lo difícil sin desconectarse de Dios.


La oración transforma a quien ora

Cuando orás, claro que podés pedir un cambio en las circunstancias. Pero muchas veces, lo que realmente cambia es vos. La oración te ordena por dentro, te da claridad, paz, dirección. Quizás la situación no se modifica de inmediato, pero algo en vos sí: una nueva perspectiva, más calma, o fuerza para seguir. Es como una pausa sagrada que te reubica, que te alinea con lo esencial.


Dios no cambia, pero tu corazón sí

Decir que orar cambia las cosas no siempre significa que Dios hará lo que pedís. A veces, la respuesta es distinta, o llega más tarde, o simplemente te guía hacia otro lugar. Pero algo seguro cambia: tu corazón. Al orar con humildad, con sinceridad, te volvés más receptivo, más sensible a lo que Dios quiere mostrarte. No oramos para que Dios se acomode a nuestro plan, sino para que nosotros nos abramos al suyo.

¿Vos también te hiciste esta pregunta alguna vez? Me encantaría leerte en los comentarios. ¿Qué descubriste vos sobre la oración?


orar

https://www.facebook.com/orarhoyy

 Si necesitás oración, podés dejarnos tu intención en la página de Contacto.

5 1 vote
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x